"El Método" para hacer buenas películas.

(Atención, SPOILERS)

La verdad es que películas como ésta deberían provocar el sonrojo de otros director, guionistas, productores y actores españoles.

Basado en una, por lo visto buena obra de teatro, la premisa es genialmente sencilla: de 7 candidatos sólo puede quedar uno para un puesto de gran importancia en una multinacional.

Los candidatos son, por orden de preferencia interpretativa: Eduard Fernández, Carmelo Gómez, Pablo Echarri, Adriana Ozores, Nawja Nimri, Ernesto Alterio y Eduardo Noriega.

Natalia Verbeke sale en un pequeño pero importante papel, y como siempre está genial no es ninguna sorpresa ;)

Al terminar esta película establecí parecidos con Glengarry Glen Ross, de James Foley (también basada en una obra teatral del genial David Mamet) en cuanto a la agresividad empresarial que pone en la cuerda floja a trabajadores (a ver para cuándo una buena edición en dvd) y Doce hombres sin piedad, de Lumet en cuanto a a claustrofobia, el trabajo interpretativo y la puesta en escena al desarrollarse todo en una sola habitación.

Se nota la mano de Mateo Gil en el guión porque refuerza los giros argumentales de forma genial, los actores están sensacionales excepto los dos últimos de la lista anterior, que hacen, como siempre, de si mismos, y cabe reseñar la ausencia de música original.

Sin embargo no hay que olvidarse de las siempre obligatorias frases reivindicativas y aleccionadoras para tomar al público por gilipollas, por si no se había dado cuenta de que lo que está viendo es un proceso de selección feroz y cruel y de que el mundo podría ser mejor. El buen gusto en esos aspectos no es patrimonio del cine español, desde luego.

Una película muy recomendable y un ejemplo de que con un buen guión, una buena dirección y unos buenos actores se pueden hacer grandes cosas.

¡Ah! Y otra cosa para los amantes de lo digital y gurús de la muerte del celuloide:

tomen nota de los degradados de las luces.