DESPERATE HOUSEWIVES (Temporada 1)

(9/10): Una joya.

23 capítulos.
(Contiene SPOILERS)

Desde el primer capítulo te engancha.

Una magnífica serie que afronta miles de problemas cotidianos con muchísimas más veracidad y sensibilidad que cualquier serie de nuestro país que se quiera ir de "social" o "reivindicativa", que dicho sea de paso, son casi todas.
La serie comienza con el suicidio de Mary Alice (de ahí en adelante, la narradora en off de la serie), un ama de casa cuya vida parecía perfecta. Sus cuatro amigas (en la foto, las cuatro empezando por la izquierda) se reúnen para su funeral y descubren que ha sido chantajeada. A partir de ahí esta serie mezcla magistralmente una trama de suspense, humor y realidad familiar reflejada en 4 vertientes:

Susan (Teri Hatcher) es una ilustradora de libros infantiles, divorciada e inmadura con una hija adolescente a su cargo; Gabrielle (Eva Longoria) es una modelo casada con un millonario que no para de trabajar, por lo que se lía con el jardinero; Bree (Marcia Cross) es una ama de casa perfeccionista hasta el aburrimiento y que trae de cabeza a su marido y a su díscolo hijo adolescente; Lynette (Felicity Huffman) era una ejecutiva prometedora que dejó todo para casarse y tener 4 críos terriblemente mal educados.

Estas cuatro protagonistas, aderezadas con secundarios como el fontanero sexy con un oscuro pasado, la "loba" irredenta que persigue a todo tio que se mueve, la vecina cotilla y descarada, el padre y el hijo que hacen cosas extrañas tras la muerte de Mary Alice... hacen de la serie un universo de personajes que alguna vez hemos conocido o hemos tenido a nuestro lado.

Durante la serie se tratan problemas como la infidelidad, cómo afrontar la educación de los hijos, los problemas económicos, las relaciones de pareja después de un divorcio doloroso, la confianza en un matrimonio, etc...

Nada tiene que ver que se ambiente en un barrio lujoso y de dinero: los problemas que tienen son universales, cualquiera se puede sentir identificado con ellos.

Y todo esto combinado en unos guiones geniales.

Que todos los personajes de la serie tengan algo que ocultar, que no haya ningún personaje "normal" (precisamente una de las vertientes de la serie: nada es lo que parece) puede ser lo que la haga algo inverosimil en algunos momentos.

Una grandísima serie.

Lo mejor: los guiones, los guiones y los guiones.

Lo peor: Teri Hatcher, que puede llegar a caer mal, aunque es torpe y graciosa.